El mundo, con una población que supera los 7.000 millones de personas (y contando) y una serie de recursos no renovables, necesita que la sociedad, sus individuos, aprendan sobre la sostenibilidad. Porque esta es la única forma en la que el futuro seguirá allí para todos.
No se trata, claro está, tan solo de dictar un par de charlas a los profesionales en formación. Es fomentar la puesta en práctica de las acciones. Es ofrecer Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y promover los valores para ser considerados con las generaciones que están por venir.
La EDS no es otra cosa más que plantear la necesidad de cambiar la forma de pensar y actuar hoy, en el presente, para asegurar un futuro a las próximas generaciones.
Esto no solo centrado, como suele asociarse en algunos casos, al tema ambiental. Es extensivo de igual forma al apartado humano y se desarrolla en distintos niveles: educativo, económico y cultural.
Desde el 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas está trabajando en sacar adelante el desarrollo sostenible. Su punto de partida son 17 objetivos, integrados por 169 metas, con los que se espera un avance significativo para el año 2030.
Acercar esta agenda a los jóvenes es un paso importante en su cumplimiento, pues son ellos los líderes del futuro.
El pensamiento crítico es una de las piedras angulares de la sostenibilidad. Es a través de este que las personas son capaces de entender lo que ocurre a su alrededor.
Al cobrar consciencia sobre lo que sucede, tanto en su entorno inmediato como en otras latitudes, los jóvenes son más propensos a desarrollar ideas que beneficien a todos por igual. De igual manera, son capaces de ver los problemas a través de un triple prisma que comprende los espectros sociales, económicos y ambientales.
Una parte importante de la Educación para el Desarrollo Sostenible se enfoca en la igualdad de oportunidades. Busca acabar con la discriminación por sexo, edad, color o país de origen, entre otras, y se enfoca en facilitar el acceso igualitario a los recursos (renovables y no renovables) a toda la población.
Para lograr esto en las generaciones del futuro son indispensables dos cosas:
Después de todo, el hombre, como especie, se caracteriza por la singularidad de sus individuos. ¿Cómo no nos haría mejores combinarlas para trabajar en equipo?
Por muchos años vivimos bajo la premisa de que la vida es una competencia. Por el mejor trabajo. La mejor casa. La mejor familia. El mejor país. Todo se hacía con el objetivo de ser los mejores, sin importar demasiado las consecuencias para los demás.
¿Qué pasa si, por el contrario, los estudiantes de ahora aprenden que la cooperación le da un mejor sentido a la vida? La presión por ese “primer lugar” desaparecería, aliviando una carga de estrés.
Luego, y esta es quizás la parte más importante, los resultados de la cooperación se comparten. Y la felicidad compartida, aunque parezca idílico, cierra un ciclo en el que todos somos, paradójicamente, mejores personas.
Si bien estamos hablando de educar a los profesionales del futuro, y esto le deja buena parte de la carga a las instituciones educativas, se trata de un ejercicio colaborativo.
La Educación para el Desarrollo Sostenible puede empezar, como muchos otros aspectos del aprendizaje, en el hogar. Cuando los padres son el ejemplo, es más probable que los hijos sigan esos pasos. Conversar sobre estos temas, incluso desde edades tempranas, es plantar las semillas de la inquietud.
El paso por la universidad, finalmente, será solo el abono que haga crecer ese árbol. Y con fe, será un árbol que ofrezca su sombra a muchos otros. Replicándose en cada uno.
Cambiar el colegio por la universidad es un desafío que resulta inquietante, pero es un crecimiento tanto para el estudiante como para su familia.
En la San Pablo contamos con servicios de acompañamiento como tutorías, psicólogos y atención médica que garantizan el bienestar de nuestros estudiantes.
Siempre aparecen dudas cuando nuestros hijos están por empezar la vida universitaria, una de ellas es ¿en qué ciudad estudiar? ¿es mejor Arequipa, irse a Lima o buscar opciones en el extranjero?
La educación universitaria suele ser vista como la puerta hacia el futuro, pero también como una inversión. Por eso es necesario tener claras las circunstancias que rodean el pago de la carrera universitaria.
En la San Pablo sabemos lo importante que es contar con profesores excelentes, que motiven e...
En la San Pablo sabemos lo importante que es contar con profesores excelentes, que motiven e...
En la San Pablo sabemos lo importante que es contar con profesores excelentes, que motiven e...