Estas son las principales diferencias entre el colegio y la universidad

Las transiciones son parte fundamental de la vida. Entre las de mayor importancia se encuentra la de cambiar el colegio por la universidad. Este es un desafío que resulta inquietante, pero es un crecimiento tanto para el estudiante como para su familia.

Para los padres las implicaciones son muy variadas. Es por esto que desde la UCSP queremos mostrarte la aventura que los espera. A continuación, te presentamos las 7 principales diferencias entre el colegio y la universidad.

Es normal que los padres se sientan responsables por el rendimiento escolar de sus hijos. El cumplimiento de las tareas, entre otras cosas, suele tomarse como una carga propia.

Sin embargo, la vida universitaria es distinta. En la educación superior es momento de empezar a dejar que los jóvenes se hagan cargo. Este es un cambio gradual, que implica un grado de complicidad y trabajo en equipo.

Puedes recordarle sus asignaciones y prestar tu ayuda cuando lo requiera, pero permitiendo que se valga de su propio pensamiento crítico. Lo que más necesita un joven que ingresa a la universidad es apoyo. Esto le permite sentirse capaz, desarrollando confianza en sí mismo y en su futuro profesional.

Por regla general, los hijos pasan buena parte de su estancia en el colegio compartiendo con el mismo grupo de amigos. ¿Quién no vio crecer a los amigos de su hijo?

Si bien es probable que tu hijo trabe buenas amistades durante su carrera, prepárate para ver ir y venir una mayor variedad de rostros. Esto ocurre, más que nada, por la variación de horarios y de asignaturas. Aun así, no es nada de qué preocuparse, pues es parte normal de la vida universitaria.

Otro cambio al que se enfrentarán es el de los horarios. Quizás estabas habituado a acompañar a tu hijo al colegio o pasar por él a la salida. Sabías cuál era su franja horaria de clases y cuándo disponía de tiempo para otras actividades.

Los horarios varían con frecuencia de un semestre a otro. Puede suceder que el estudiante tenga unas horas libres entre una clase y otra, permitiéndose estudiar o dispersar la mente según sus necesidades.

Un cambio delicado para el estudiante es el del ritmo de estudios. La exigencia académica en la universidad es más alta. Se espera que los alumnos estén a la altura, pues se encuentran ya de lleno en una formación profesional.

Para aliviar la presión, es necesario mostrarle que está acompañado. Hacerle ver que tiene derecho a equivocarse y luego corregir. Después de todo, está navegando en aguas desconocidas.

Poco a poco se adaptará a la intensidad requerida. Mientras lo hace, hay que procurar que se sienta animado a seguir el camino que escogió.

Estamos llamados a ayudar al prójimo. En especial cuando se trata de un familiar, más si es un hijo. De seguro durante sus años de colegio pudiste tender una mano y ser útil al momento de resolver alguna tarea demandante.

Como mencionamos antes, esta etapa formativa requiere que el estudiante desarrolle y madure su libertad de pensamiento. Puedes ayudarlo con las asignaciones, pero poco a poco alentar a que se desenvuelva por cuenta propia.

Siempre será posible sugerir soluciones a sus tareas y en esa misma medida entender si decide probar primero con otras formas. Se trata de encontrar un equilibrio entre hacer todo el trabajo por él y no dejarlo solo por completo.

Los colegios ofrecen actividades extracurriculares más o menos similares en todas partes. Deporte, música o idiomas, son algunos ejemplos. Este abanico de posibilidades se expande de manera impresionante en la vida universitaria.

Las universidades de vanguardia, como la UCSP, siempre están desarrollando actividades para sus alumnos. ¿Seminarios, charlas, eventos en el campus? ¡Por supuesto! ¿Practicar deportes, aprender idiomas, hacer voluntariado, danza, música o pintura? ¡Estas y cientos de opciones más! La vida de tu hijo será, en definitiva, mucho más rica con esta experiencia.

Todos los niveles de educación conllevan gastos. Al entrar a la universidad esto no será distinto, pero sí cambiarán los motivos detrás de estos.

En el colegio pedían útiles escolares (plumones, crayones, etc.) que ahora serán sustituidos. Libros especializados y materiales requeridos para la carrera serán los principales artículos dentro del presupuesto de cada semestre.

Tengan en cuenta que algunas universidades ofrecen becas que suavizan el apartado económico. Resulta una buena idea revisar los requisitos y aplicar a una cuando sea posible.

La vida del estudiante universitario es una aventura apasionante, también lo es para la familia. Lo importante es saber entender los cambios que se aproximan y abordarlos de la mejor manera posible. Desde la madurez y el respeto, con buena comunicación, es una etapa de la que saldrán más unidos que nunca.